La pandemia se aligera pero las secuelas siguen

Parece ser que la pandemia de coronavirus ya va de salida, pero la población se sigue enfrentando a lo que la pandemia se llevó o dejó, pues donde hubo Covid-19, secuelas quedan y la población guanajuatense, así como la del mundo entero se encuentra enfrentándolas.

En Guanajuato, a más de 2 años de aquel 16 de marzo del 2020 en donde se da a conocer el primer caso de Covid-19, la enfermedad parece que ya está mejor controlada, pero el reto aún no termina pues hay un porcentaje de la población que continúa enfrentando secuelas físicas y neurológicas.

Durante el arranque de la primera semana nacional de salud pública en León, el Secretario de Salud del estado, Daniel Díaz Martínez, dio a conocer que de los más de 280 mil casos de personas que se contagiaron de Covid-19, sólo cerca del 3 % puede tener secuelas varias.

Sin embargo, del total de contagios sólo aproximadamente el 10% ameritó hospitalización y pacientes dichos podrían tener secuelas leves o moderadas.

La principal secuela que dejó la Covid-19 tiene que ver con un tema pulmonar, por lo que es necesaria rehabilitación cardiopulmonar y un medicamento que se da para la fibrosis según el Secretario.

Por otro lado, también existen secuelas neurológicas que se atienden en el Hospital General de León.

Se estima que por el confinamiento e incluso por la propia enfermedad, de todos los contagiados, entre el 30 y hasta un 80% podrían presentar secuelas de este tipo; por ejemplo, afectación en la atención o en la memorización.

El grupo con mayor afectación de este tipo son los adultos mayores ya que por su condición natural de envejecimiento, ciertos procesos cognitivos como la memorización se ven afectados y el confinamiento que la gran mayoría de ellos vivieron su salud mental afectada.

Esto según lo evidenció la neuropsicóloga clínica e investigadora asociada del Instituto Nacional de Rehabilitación, Alejandra Zamudio.

En Guanajuato para atender rehabilitación física en la entidad se hicieron alianzas con la Universidad de Guanajuato, con el INGUDIS y con el Crit de Irapuato.

Otras secuelas también se relacionan con enfermedades renales que se atienden entre el hospital de Alta Especialidad y el Hospital General de León.