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CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— Para Diego Boneta es importante romper con dos estereotipos del cine internacional: “lo latino” y “lo masculino”, por eso accedió a ser parte de la tercera versión de un clásico como “El padre de la novia”.
“Ninguno de (esos dos estereotipos) es fácil (de quebrar) pero en esta película se rompen los dos, es por eso que se me hace tan especial. Creo que es la primera película que puedo pensar de Hollywood de una boda de dos familias latinas, lo obvio hubiera sido una latina y una americana”, cuenta en una entrevista.
La disputa por una boda de una familia mexicana encabezada por Boneta y Pedro Damián frente a una cubana liderada por Gloria Estefan y Andy García renuevan la película que anteriormente tuvo como protagonistas a artistas de la talla de Elizabeth Taylor en 1950, o Steve Martin en 1990.
“No porque hablemos español somos iguales, hay muchas similitudes pero también hay diferencias, el acento, la música, la comida, etc.”, dice el actor a manera de crítica sobre la homogeneidad con la que ha sido retratada la comunidad latina en la pantalla.
Con los pies bien plantados en 2022 la nueva versión dirigida por el mexicano Gary “Gaz” Alazraki (“Nosotros los Nobles”, 2013) —que ya está disponible por HBO+— replantea temáticas de interés social de forma sutil y desde la comedia como el machismo, la diversidad cultural y el amor.
Adan (Boneta) es un hombre sencillo que se muestra vulnerable, Sofía (Adria Arjona) le propone matrimonio a su novio, los padres de ella, Billy e Ingrid (García y Gloria Estefan), atravesando una crisis matrimonial fuerte, mientras que el padre de Adan, Hernán (Damián), anda con una joven a la que le dobla la edad interpretada por Macarena Achaga.
“Adan es un tipo al que no le da miedo ser vulnerable, que adora a su mujer y la apoya, es él quien la sigue a ella para que pueda cumplir sus sueños y esta muy padre poder mostrar ese lado la masculina y romper con el machismo”, explica Boneta.
El filme también plantea qué tradiciones sobre el ritual siguen vigentes en 2022 y no.
“(Quitaría) el ramo, no me gusta en las bodas y tampoco la liguita, borraría eso, es como desesperante, un montón de mujeres tratando de que la suerte de casarse, de encontrar un esposo les llegue, cuando en verdad sí estamos claras uno no necesita un hombre para estar feliz jamás”, cuenta Adria Arjona.
Diego, por su parte, cree que es válido elegir no casarse por la iglesia, pero hay algunas costumbres que dejarían intactas.
“Me quedaría con que el hombre sea el que le proponga matrimonio a su novia”, dice y casi sin darse cuenta confiesa que a él le gustaría casarse “de noche en la playa”, pero reacciona y asegura que no lo ha pensado tanto. Si Alazraki tuviera que terminar con algo sería una canción muy común en bodas: “quitaría ‘El venao’”, dice el director sobre el tema que habla de infidelidad.